En general, todas las ciudades están cargadas de leyendas sumamente interesantes y cautivadoras, muestras de la imaginación colectiva, muy dada a crear historias populares sobre hechos que se pierden en la noche de los tiempos. De todas formas, es muy gratificante conocer esos curiosos orígenes de las cosas y de los lugares y dejarnos llevar un poco, como si todo hubiera ocurrido de esa forma, cuando viajamos hasta ese destino concreto.
La ciudad de Amsterdam cuenta con una curiosa leyenda que, aunque nada tiene que ver con los auténticos orígenes que conformaron la urbe que hoy podemos visitar en nuestros viajes, no deja de resultarnos entrañable. Como es lógico, esta leyenda guarda una íntima relación con su escenario fluvial, donde diariamente transcurre la vida de la ciudad. La historia popular comienza con dos pescadores que, junto a su perro, faenaban por aquella zona. Por no se sabe qué motivo, el perro que los acompañaba saltó bruscamente del barco y se dirigió a tierra con el fin de poder arrojar el vómito. La leyenda continúa diciendo que al observarlo los dos hombres, éstos se convirtieron en los padres de Amsterdam.
Amsterdam cuenta en estos momentos con un total de 165 canales, un número mayor que los que existen en Venecia, y por ellos la vida de sus ciudadanos fluye cada día, en esa hermosa ciudad sobre el agua, convirtiéndose en gran medida en el alma de sus habitantes. Durante los inviernos, esos canales se suelen helar, siendo utilizados como pistas de hielo para disfrute de todos. Sobre esta bella ciudad europea podríamos estar hablando mucho tiempo; sin embargo, os dejamos este retazo para ir haciendo boca y más adelante continuaremos detallando lugares y rincones curiosos y hermosos que podremos visitar y disfrutar en cualquiera de nuestros viajes que realicemos durante el mes de julio de este año [randomtext category=»fecha»].
Foto: Flickr
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