Estás en lo cierto, es totalmente irónico el título de esta entrada. Irónico como que una de las prisiones más legendarias este ubicada en uno de los bastiones más importantes de la cultura hippie, el liberalismo cultural, el pacifismo, la ecología y el movimiento gay. Pero la realidad es irónica, en esta como en tantas otras oportunidades, como comprobaron el infame Al Capone y otros criminales como Robert «Birdman» Stroud en carne propia durante su estadía en la isla de Alcatraz, la que es sin duda alguna una de las atracciones más visitadas de la ciudad.
El corto trayecto en ferry a la isla sale varias veces durante el día desde el Muelle 33 en Fisherman’s Wharf. Para los que no se asustan fácilmente, pueden probar realizando el recorrido nocturno por la isla.
Se recomienda reservar mesa para todas las excursiones. Los pisos de piedra y la fascinante historia del peñón cobran rápidamente vida mientras se escucha el audio-tour a través de un bloque de celdas abandonado y la ruinosa cafetería, al parecer, detenida en el tiempo. Fuera de los edificios, coloridos jardines proporcionan un contraste brillante a la estructura sombría de la cárcel.
El terreno se ha convertido en el hogar de una extraña vegetación, además de ser un lugar muy frecuentado por las aves marinas. Aunque es poco conocido, la historia de Alcatraz anterior a ser una prisión es muy interesante, también.
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