Si estamos de turismo en Marruecos, un país impresionante, y tenemos un día para ver Marrakech, aconsejamos algunos lugares que no podemos perdernos en nuestra visita. Es una ciudad fantástica que nos ofrece gran diversidad de contrastes siendo el centro y el casco antiguo el más reconocido.
Una vez llegamos a la ciudad, callejearemos por sus calles del nucleo histórico donde podemos empaparnos de la vida y cultura de la gente. Mellah es uno de los barrios donde habita más población. Es algo pobre, pero siempre encontraremos algún motivo que nos hace sorprendenos. Improvisados guías saldrán a nuestro paso nos conducirán por las calles y nos llevarán a las famosas tiendas o farmacias donde comprar toda clase de especias típicas.
La gran plaza Jamaa el Fna, nombrada Patrimonio de la Humanidad, es de grandes dimensiones. De ella destacamos la cantidad de actividades que podemos realizar. Por la mañana, dar una vuelta y comprar algún zumo de naranja de las nombrosas paradas que encontraremos. Por la tarde-noche, es un buen lugar para cenar en sus improvisados restaurantes con excelente cocina marroquí a precios muy bajos.
Por la tarde, es momento de ir a los zocos. Están ubicados cerca de esta plaza y de Mellah, con lo que no tendremos que desplazarnos demsiado. Estas tiendas están divididas en sectores: ya sean piel, con babuchas, bolsos, puffs; hierro donde obtener las famosas lámparas y hasta otros con telas y alfombras.
Hemos de tomarlo en calma porque hay tanta gran cantidad de tiendas que puede llegar a saturarnos un poco. Para no perder tiempo, es mejor interesarse por un objeto y no volver a rebuscar demasiado y hacer todo lo posible por conseguirlo más barato, gracias a la técnica del regateo. Verás como el precio va bajando por momentos.
La jornada en Marrakech puede haber acabado, pero si hemos tenido la suerte de hacer las compras mucho antes, recomendamos ver el palacio El Badi o las Tumbas Saadíes, de gran importancia y gran colorido con típica arquitectura árabe.
Foto: chigley
Fuí el verano pasado y es una ciudad increíble que no creo que puedas apreciar todo su encanto en un día. En cualquier otro lado diría que es genial perderse y explorar, pero ahí hay que tener mucho cuidado con todos los callejones y calles estrechas, perderse es casi inevitable el primer día aunque la gente de allí se ofrece a ayudarte por una pequeña propina jajaja, fue fantástico