La maltratada costa Mediterránea, más allá de la Costa Brava, esconde aún parajes extraordinarios e interesantes como el Parque Natural del Delta del Ebro, en la provincia de Tarragona; importante humedal de la Europa Occidental y enclave singular de gran riqueza biológica.
Una de las formas más interesantes de disfrutar del paisaje es recorrerlo desde el agua, bien en una embarcación pequeña o en alguno de los barcos que realizan excursiones concertadas hasta la desembocadura. Desde Amposta hasta la desembocadura, por ejemplo, se recorren 26 Km. Durante la travesía se divisan las islas del río, el bosque de la ribera y las numerosas aves que forman parte de este ecosistema.
Si lo que queremos es disfrutar del paisaje a nuestro aire o con los amigos, podemos alquilar un velero, embarcaciones sin patrón, canoas, kayaks o piraguas. También es posible concertar salidas de pesca al mar. El mejor lugar para solicitar toda la información al respecto es el puerto deportivo de Sant Carles de la Ràpita.
La intensa actividad agrícola de la zona, arrozales en su mayor parte, confieren un aspecto muy peculiar a este paraje, caracterizado por sus grandes lagunas rodeadas de juncales. La Casa de Fusta, sede de una sociedad de caza en los años 20, se ha convertido en centro de información y alberga en su interior un museo ornitológico que permite a los visitantes identificar a los diferentes tipos de garzas, patos, gaviotas y demás aves que habitan en la zona. También se puede visitar el Ecomuseo del parque, un museo en el que se explica el funcionamiento de los principales aspectos naturales y humanos del ecosistema.
Por supuesto, una visita al Delta del Ebro no estaría completa sin degustar algunos de los platos típicos de la zona, como el arroz a banda, el arroz negro, la fideuà, las ancas de rana, platos de anguila o pato salvaje.
Las posibilidades de alojamiento son también numerosas; desde hoteles a casas rurales, apartamentos o campings.
Una advertencia: si se va a visitar la zona en cualquier estación que no sea invierno, es imprescindible estar provisto de un buen repelente contra los mosquitos, que no dan tregua.
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