Durante otoño podemos ir de escapada enológica por muchos rincones de España. La Rioja es una de las regiones clave para descubrir un mundo lleno de vino donde las rutas enológicas son realmente importantes.
Es la mejor manera de ir en pareja para descubrir novedades del vino y contemplar los grandes viñedos que forman parte del paisaje más embriagador de la Península. Las rutas pueden realizarse de muchas maneras, a pie, con tren, con coche particular, y hasta con el Vinobús, un transporte para ir en grupo que nos lleva a las catedrales del vino durante los fines de semana de octuren y noviembre.
Estas rutas incluye la visita a las bodegas más destacadas de La Rioja, que permiten contemplar in situ su proceso de elaboración, su larga historia y tradición y la reconversión de parte de sus estructuras para incorporar nuevas tecnologías.
¿Un poco de vino? Las excursiones ofrecen un mundo enológico por descubrir. Desde catas de vinos con aperitivos, cursos para aprender las texturas de éstos, el color, el aroma y el sabor, maridajes para saber qué alimentos van mejor con cada vino y hasta comida con aperitivos.
Lo mejor es que siempre podemos contemplar diversas poblaciones, como Haro, la cuna del vino en La Rioja que esconde bodegas destacadas. Durante estos meses también suelen realizarse diversos actos sobre vino en tales poblaciones. Gastronomía de la región, promoción de las nuevas añadas, stands con vinos nuevos, productos artesanos…
Siempre podemos acabar la jornada con nuestra pareja en una sesión de vinoterapia. Se trata de sumergirnos en litros de vino o bien la realización de un masaje con uvas de vid que proporcionan un aspecto diferente y muy suave a la piel. Y es que ofrecen múltiples propiedades como son antioxidantes que frenan el paso del tiempo para devolver un aspecto cada vez más joven.
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