Fuerteventura, separada de África por solo un corredor estrecho, es un lugar ideal para disfrutar de preciosas playas de arena blanca y practicar deportes náuticos, lo que la convierte en una isla paradisíaca que nos sorprenderá en nuestra escapada de Semana Santa. De hecho, la isla tiene la mayor longitud de costa de todo el archipiélago canario, con un total de 340 kilómetros. Sus aguas son cristalinas y poco profundas, lo que nos sugiere la práctica de la vela, el surf, la pesca o el esquí acuático.

Puerto del Rosario es la capital de la isla y Betancuria está considerada como el primer núcleo urbano del archipiélago.

En Fuerteventura encontraremos magníficas playas ideales para practicar una gran variedad de deportes acuáticos. Entre ellas destacan Jandía, Cofete, Corralejo y Caleta de Fuste. También hallaremos multitud de calas ideales para el buceo y preciosos acantilados. Estas formaciones son debidas a sus numerosas grietas, túneles y cuevas de sus fondos oceánicos. La naturaleza virgen de la isla, donde a veces no llegan ni siquiera las carreteras, hace de ella un paraiso ideal para nudistas y submarinistas.

Como solo la separa de África un estrecho corredor, la zona favorece el paso de bancos de peces como sardinas, atunes y peces espada, lo que convierte a la isla en un lugar ideal para pescadores del archipiélago y de aficionados a la pesca submarina.

Volviendo a las playas, veamos unos detalles de las más importantes. Las Playas de Jandía y Sotavento están situadas en una zona virgen que representa lo más importante de la riqueza natural de Fuerteventura. Por otro lado tenemos la Playa de Corralejo, que pertenece a un pequeño y pintoresco pueblo de pescadores en el norte de la isla que os aconsejo visitar. Cuenta con unas de las mejores playas del archipiélago y es un lugar ideal para el descanso en cualquier época del año. Desde allí parten excursiones a la Isla de Lobos. Este es un islote deshabitado con mucho encanto debido sobre todo a la calma que transmite.