Una forma de redescubrir la Costa Brava durante una escapada de fin de semana es hacerlo a través de los Caminos de Ronda. Estos son unos senderos que van recorriendo el litoral y que a lo largo del tiempo han tenido diversas utilidades: como control de las frontera marítima española, para vigilancia del contrabando de licor y tabaco que procedía generalmente de Francia, para el transporte de mercancías o simplemente para el uso de arrieros y ganaderos del pueblo. Claro que, con la llegada de las carreteras era inevitable que quedaran en desuso y un poco olvidados, hasta que hace algunos años se comenzó la recuperación de estos Caminos de Ronda, sobre todo con la finalidad de proteger el patrimonio cultural de la zona.
En la actualidad existen más de 12 caminos de Ronda bordeando la Costa Brava de sur a norte, dentro de sus más de 200 kilómetros de costa, que llegan hasta la frontera con Francia. Si queremos dejar llevarnos por el placer de los sentidos, con seguridad quedaremos seducidos con la belleza singular que se nos irá presentando a la vista durante todo el tiempo que dure nuestro viaje de fin de semana por estos extraordinarios parajes naturales. Porque a lo largo de nuestro recorrido encontraremos calas recónditas, playas maravillosas y vertiginosos acantilados y unos paisajes donde el cielo y el agua contrasta con una abundante vegetación, sobre todo de pino mediterráneo.
Si os decidís a realizar esta relajada aventura, podreis iniciar estos Caminos de Ronda desde los siguientes puntos: Del Llop al Rec den Feliu, de Torre Valentina a Platja d’Aro, de Port de la Selva, de Rosas, de Begur a Palamós, Tossa de Mar, Lloret de mar, de Sagaró a Sant Feliu de Guíxols o de L’Illa Roja a Pals.
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