Una visita al Gran Ducado de Luxemburgo siempre nos valdrá la pena, tanto en vacaciones y escapadas románticas, como para tranquilos viajes en familia con niños o en grupos organizados. Y es que las excelencias que pueden ofrecernos estas hermosas tierras son muchas y variadas, de forma que nos alegraremos de haber escogido ese destino para nuestro próximo viaje.
Luxemburgo es un pequeño estado independiente, ubicado entre Alemania, Bélgica y Francia. Tiene solo 84 kilómetros de largo y 52 kilómetros de ancho, con una población de medio millón de habitantes aproximadamente. Su clima templado siempre enamora al visitante y su aire limpio y no contaminado es una delicia, si recordamos la contaminación muchas de las grandes ciudades de Europa.
Si realizamos nuestro viaje en avión, llegaremos a su aeropuerto internacional, llamado Findel Airport, que se encuentra a solo pocos kilómetros de Luxemburgo capital. La aerolínea que opera todo el area nacional es Luxair, que cuenta además con destinos para otros muchos paises de Europa. Una vez hallamos llegado, no tendremos ninguna dificultad en movernos dentro del país. Podemos desplazarnos en ferrocarril, en autobús o bien alquilar un coche, que nos permitirá más autonomía y tendremos ocasión además de disfrutar de la excelente red de carreteras de que dispone el país.
Luxemburgo goza de gran prosperidad económica desde que en el año 1850 se comenzó a explotar el hierro, lo que fue seguido más tarde por el desarrollo de una importante industria siderúrgica que atrajo a muchos miles de trabajores extranjeros. También alcanzaron gran relevancia las minas de acero, que contribuyeron también a garantizar la prosperidad económica del país.
Sin duda que todos conocemos que Luxemburgo es en la actualidad un importante centro financiero dentro del continente europeo. Cuenta con una gran cantidad de bancos y fondos de inversión. Otra fuente de ingresos importante para el país es el turismo, habiéndose convertido desde hace años en un destacado destino para viajeros.
En nuestras vacaciones a Luxemburgo, no debemos dejar de visitar el Chemin de la Corniche, considerado el balcón más bello de Europa, aunque en realidad se trata de un paseo peatonal. Son muy recomendables también el Wenzel y una visita al Museo Nacional de Historia Militar, aunque hay muchísimas cosas más que ver y vivir en Luxemburgo.
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