Aunque el frío aprieta en vacaciones, en este caso las de invierno, necesitamos salir a divertirnos y ver nuevos lugares. Pasear por el gótico de Barcelona, descubrir nuevas tiendas y participar de las actividades que ofrece la ciudad en Navidades te atrapará.

El belén que cada año nos regala la Plaza Sant Jaume (donde se ubica el Ayuntamiento de Barcelona) es este año algo más sobrio, pero merece la pena ser visto. Al igual que algunas de las decoraciones navideñas que destacan por su innovación. Como es el caso de gigantes galets con luz (cuidado no te tropieces con ellas).

Las Ramblas barcelonesas son siempre un espectáculo de luz y gente a todas horas. Las luces de Navidad atraen a turistas y visitatantes. Algunas de estas luces llaman la atención porque se mueven de abajo arriba y viceversa.

Pero no sólo el centro es vistoso sino que cualquier barrio está impregnado de un espíritu navideño que llama al amor, sobre todo, en pareja. Los centros comerciales realizan exposiciones, se cantan villancicos y hay un optimismo general que va muy bien para empezar el año.

Para el invierno hay una interesante actividad, donde también practicarás deporte. La pista de patinaje de hielo del FC Barcelona ofrece una tarde de diversión asegurada, tanto si eres experto como si es tu primera vez.

Y si quieres acabar el año por toda lo alto, el recién inaugurado Hotel W Barcelona te da la bienvenida al 2010 de forma especial. El alojamiento redefinirá el concepto de Nochevieja en la ciudad española con más estilo. A medianoche, en el WET deck junto a la piscina, se podrá vivir un “après ski” con unas vistas privilegiadas al Mediterráneo. Ponches de ron, sidra caliente, infusiones, suaves mantas y cojines chill out en las cabañas, performance especial de DJs, y una emocionante cuenta atrás para la primera entrada del año del hotel.