Piel saludable mediante la alimentación

Somos lo que comemos. Así nuestra piel refleja todo aquello que ingerimos y llamamos “Alimentos”. Una piel saludable se caracteriza por lo suave y flexible que es. Así podemos alimentar nuestra piel de dos maneras: mediante los distintos tratamientos que recibimos en un centro de spa y mediante una verdadera alimentación.

Piel sana desde un spa

En el mercado existe un sinfín de productos que le permitirán en pocas semanas devolverles aquellas buenas propiedades a su piel. Usted las puede aplicar desde su casa o en un centro de spa. El único detalle será el costo constante que usted tendrá que realizar. Sin embargo, una correcta alimentación contribuirá al rápido efecto de estos productos y a ver los resultados de su inversión.

El secreto de la alimentación para la piel

Uno de los pilares de una buena alimentación, orientada a mantener saludable a nuestra piel, es la hidratación. Una adecuada hidratación devolverá no solo la frescura de la piel sino su elasticidad. Esta la encontraremos no solo en el agua que podamos tomar sino en los vegetales y frutas que debemos acompañar en nuestra alimentación diaria.

¿Cuáles son las más indicadas para la piel? En realidad todo vegetal es bueno. Sin embargo podremos encontrar las vitaminas que necesitamos para nuestra piel en unas más que otras. Les podemos recomendar para la alimentación de la piel es todo tipo de vegetales y así enriquecer su dieta alimenticia, sin embargo una visita a un nutricionista será de gran utilidad para proveerle aquello que a usted le agrada y que lo pueda alimentar a la vez. Tenga en cuenta que alimentación no es la privación de ciertos alimentos de forma rotunda sino el balance adecuado y armonioso de ellos. Así, lo que no lo recibimos mediante los alimentos podemos obtenerlos mediante suplementos alimenticios. Esto como medida secundaria.

Nuestra piel es un reflejo de aquello que llamamos “Alimento”. Si bien es cierto que todo lo que es rico no siempre alimenta, debemos ser conscientes de esto e ir incorporando paulatinamente ciertos alimentos que frecuentemente nos proveerán de aquello que nuestra piel necesita.