El origen del nombre de la ciudad de Pisa parece remontarse a los etruscos, para los que representaria la desembocadura del río en el mar. Conocida en el mundo entero debido, fundamentalmente, a su torre inclinada, goza de una historia milenaria que ve su mayor esplendor en la epoca de las Repúblicas Marineras. Sus iglesias románicas y góticas, plazas y palacios forman un conjunto que es difícil igualar en cuanto a belleza, atractivo turístico y significación cultural e histórica. Si tenemos la oportunidad de visitar esta pequeña ciudad podremos admirar, además de las típicas vistas de postal, entornos naturales como el Parque de Migliarino-San Rossore, el Litoral y el Monte Pisano, realmente un escenario de excepción.
La antigua tradición marinera de la República Pisana se recuerda cada 4 años, desde 1956, con una Regata Histórica, en que las embarcaciones de las cuatro antiguas repúblicas -Pisa, Venecia, Genova y Amalfi- se desafían sobre el Arno. No obstante, la ciudad ofrece muchas más atracciones: el Baptisterio, erguido frente a la fachada del Duomo (Catedral), data de 1152, fecha de comienzo de su construcción que se alargó durante 200 años. En su interior se encuentra el púlpito de Nicola Pisano.
A su derecha se encuentra la Catedral, obra maestra sin discusión de la arquitectura románica pisana, enteramente cubierta de mármol. En su interior se halla el púlpito de Giovanni Pisano (1302-1311), el mosaico del ábside con el San Juan de Cimabue y varias pinturas del s. XVI de Andrea del Sarto. Fundada en 1064, la planta con columnas de regusto clásico y el revestimiento exterior se deben al arquitecto Buscheto, al que se recuerda en una lápida situada en la fachada, completada en el s. XIII por el maestro Rainaldo. Tras un incendio a finales del s. XVI se rehicieron los portales de bronce y el techo de madera interior, además de otros trabajos de restauración ejecutados durante el s. XIX.
En la misma plaza, llamada «de los Milagros», está el Camposanto Municipal, de 130 m de largo y 43 monumentales arcos ciegos. Son de especial interés los sarcófagos romanos y los frescos del Maestro del Trionfo della Morte (s. XIV). Construido a partir de 1278 por Giovanni di Simone, sufrió durante la II Guerra Mundial graves daños, sobre todo en algunos extraordinarios frescos de Taddeo Gaddi, Andrea Bonaiuti o Benozzo Gozzoli, que han sido cuidadosamente restaurados y situados nuevamente en sus ubicaciones originales.
Fotos: Guillermo Pérez
Para más información: Turismo de Pisa
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