Si vamos a Castilla La Mancha durante la Semana Santa, podremos presenciar numerosas celebraciones y tradiciones religiosas con siglos de antigüedad en muchas de sus ciudades y localidades. Una de las más singulares es la Semana Santa de Hellín, en Albacete, con su emblemática fiesta de la Tamborada.
La Semana Santa de Hellín es una de las más populares de Albacete, y sus más de veinte mil tamborileros han conseguido que se declare Fiesta de Interés Turístico Internacional. Durante toda la semana, las calles de Hellín se convierten en el escenario de una batalla campal por el estruendo de los miles de tambores golpeados por tamborileros vestidos de negro. Los días más importantes son el Viernes de Dolores, el Sábado de Gloria, pero sobre todo, el Jueves Santo, día en el que se da la mayor tamborada con la Procesión del Silencio. Otras procesiones que no nos podemos perder por su larga trayectoria son las de La Oración del Huerto, que tiene lugar el Miércoles Santo, y la subida al Calvario. El último día, el Domingo de Resurrección, es también muy especial, pero los estruendos de los tabores son sustituidos este día por palomas. Un espectáculo sobrecogedor ya que se sueltan cientos de palomas blancas desde un tambor gigante, un acontecimiento incomparable y sin precedentes. Pero también tendremos tiempo para disfrutar de la rica gastronomía manchega o de tomar unas cervezas y tapas junto a nuestros seres más queridos, siendo la plaza de la localidad el centro neurálgico del tapeo y de la vida nocturna de Hellín.
El acceso es muy sencillo, gracias su cercanía con Albacete. En coche simplemente tomando la A-30 desde Albacete llegaremos a Hellín en menos de una hora. Si decidimos buscar alojamiento en Hellín, la localidad cuenta con una serie de hostales y hoteles muy interesantes, como los hostales Avenida y La Tobarreña, con tarifas muy asequibles sin escatimar en servicios.
Últimos comentarios